Las personas mayores que mantienen altos niveles de actividad física tienen mejores tasas de supervivencia después de un infarto de miocardio y la consecuente angiografía para despejar las arterias coronarias, según sugieren investigadores de Italia y Estados Unidos.
Un equipo de la Università Federico II de Nápoles, evaluó los niveles de actividad física diaria que mantuvieron 168 hombres y mujeres de 70 años o más después de 30 días y un año, informan los investigadores en “American Heart Journal”.
Los cuestionarios sobre el ejercicio obtenidos al momento de la angioplastia identificaron a 52 pacientes que habían realizado menos de 15 minutos diarios de actividad (baja) y 66 que informaron practicvar 15 a 30 minutos de ejercicio diario (media). Los restantes 50 pacientes hacían por día más de 30 minutos de actividad física (alta), como caminar, arreglar el jardín y correr en bicicleta, explican los autores.
Durante el período de 30 días posterior a la angioplastia se produjo la muerte cardíaca del 23% de las personas del grupo de actividad baja y del 18% de los pacientes que realizaron actividad media. En cambio, sólo el 4% de los participantes con actividad alta presentaron muerte cardíaca. "Un estilo de vida activo es un vaticinador independiente de la supervivencia en los pacientes mayores que se someten a una angioplastia primaria para el tratamiento del infarto de miocardio agudo", indica Leosco.
Los resultados a un año mostraron muertes cardíacas en casi el 29 y el 23% de los pacientes con actividad baja y media, respectivamente, mientras que entre quienes hacían mayor cantidad de ejercicio la cifra fue sólo el 8%. Los pacientes del grupo de actividad alta tuvieron además menores tasas generales, a 30 días y un año, de episodios no letales, incluidos otros ataques al corazón, otra angioplastia, insuficiencia cardíaca congestiva e ictus, comparados con quienes realizaron menos ejercicio.
Asimismo, los autores indican que comenzar a llevar un estilo de vida activo después de experimentar un ataque cardíaco se relacionó con una mejor supervivencia un año más tarde. "Estimulamos a que las personas mayores con enfermedad cardiovascular realicen una cantidad leve a moderada de ejercicio después de un apisodio cardíaco agudo", recomiendan los investigadores.American Heart Journal 2007;154:352-360
Noticias Relacionadas
El ejercicio reduce el riesgo de infarto de miocardio y muerte en varones diabéticos 29/04/2003
Ejercicio contra el reinfarto 31/10/2000